¡¡ FELIZ NAVIDAD!!

Holaaaaaaaaaaaa, ¿ hay alguien por aquí?..... No se si quedará alguien en mi cocina, ya que hace mil años mas o menos que no actualizo el blog, así que no me extrañaría que me halláis dejado sola.  Pero no me gustaría dejar pasar este día sin felicitaros las fiestas. Tengo que agradeceros a tod@s los que os habéis preocupado durante mi ausencia, desde aquí os mando miles de besos y abrazos virtuales. Buffff y halaaaaaaaa , ya me empiezo a enrrollar.

No se si a vosotr@s os pasará lo mismo, a medida que pasan los años esto de la navidad me gusta menos (no es por ser aguafiestas). Recuerdo cuando era una niña, desde que pasaban las fiestas de la Encina ( que aquí  se celebra el 8 de septiembre) estaba deseando que llegaran estas fechas. Nos reuníamos toda la familia y hacíamos una gran fiesta que  nos volvía locos a todos.  En casa nunca hubo grandes lujos, pero siempre estaba llena de gente aunque el dinero no sobraba.  Mi madre era una anfitriona estupenda y con poca cosa hacía unos platos que quitaban el sentido.  Con nosotros vivía  el abuelo José (el padre de mi padre),no se si os he hablado de él en alguna ocasión, pero para mí era un hombre entrañable al cual adoraba, ahora mismo cierro los ojos y parece que lo estoy viendo a mi lado. En navidad bailaba la muñeira y jugaba con nosotros a las diridainas, era muy peculiar y aunque no sabía leer ni escribir , ni llevará un reloj en la muñeca siempre estaba en casa a la una en punto para comer.¡Que recuerdos...! . En aquella época las  navidades tenían un sabor especial, el turrón y demás dulces típicos solo se comían en esas fechas ( por lo menos en mi casa) y a mi me sabían a gloria bendita. La casa siempre estaba llena de gente y mas de una vez dormíamos en colchones o mantas en el suelo. Mi madre siempre decía: una noche o dos se duerme donde sea, lo importante es que estemos todos juntos, en casa siempre había cabida para todos aunque no sobraba el dinero. Las cosas ya no son como entonces, y aunque ahora en las casas tenemos muchas mas comodidades,  falta lo esencial, las cosas que no se pueden comprar con dinero. Desgraciadamente las familias ya no son como entonces, nosotros mismos ya no somos igual. Nos hemos vuelto mas egoístas, creo que hasta menos humanos. Hemos acostumbrados a los niños a tener un montón de aparatejos y de juguetes en los que la mayoría de las veces solo tienen que pulsar un botón. Nos esforzamos por regalarles maquinas carisimas para que jueguen ellos y seguramente que estarían mucho mas contentos si les regaláramos un poco mas de nuestro tiempo para poder echar un partido de fútbol o simplemente una partida a las damas. Creo que tod@s deberíamos reflexionar sobre las cosas que compramos a nuestros hijos en navidad. Bueno, no me enrollo más solo quería desearosssssssssssss una 

FELIZZZZZZZZZ NAVIDADDD

En breve regreso con una recetuqui.

MILLONES DE BESOS