Esta época del año me trae frita, una servidora, ya estaba a puntito de guardar toda la ropa de abrigo, va el tiempo y zassssssss, hoy vuelve a hacer algo de fresco y encima llueve. Ya sé que estamos en abril, y por lo tanto aguas mil, ¿pero que queréis que os diga? una se acostumbra rápido a lo bueno, y eso de levantarse por la mañana, abrir la ventana y que entre el solazo, me da muy bueno rollo. Este mes de marzo ha traído demasiado calor (quizás demasiado) y ya sabéis los refranes de los abuel@s: si en marzo mayea, en mayo marcea, así que, por si acaso, tendremos que dejar la ropa de invierno a mano por lo que pueda suceder. Ell@s si que sabían cuando decían .... hasta el 40 de mayo, no te quites el sallo jaja, siempre me ha hecho mucha gracia esa expresión ¿acaso se quitarían el refajo alguna vez en los años 40 las mujeres? Ainsssssssss, si muchas levantaran la cabeza les daría un pampurrio al ver a más de una jovenzuela (y no tanto). Creo que hemos pasado de un extremo a otro. Que por otra parte está muy bien enseñar (y ahora que viene el buen tiempo más), pero habrá que dejar algo para la imaginación ¿o no?. No me podréis negar que eso de que te asome el tanga por encima del pantalón no queda muy estético que digamos. Como más de uno dice: antes para verle el culo a una mujer había que apartar las bragas, ahora para ver si las llevan hay que apartar el culo jajaj, hay que ver... que cosas tiene la vida.
La verdad es que no se que tienen que ver las bragas con la costilla, pero tendréis que perdonarme, ya sabéis que a veces desvarío un poco. Pero aunque me halla ido por los cerros de Úbeda, esta costilla no desmerece nada. Sé que los americanos la cuecen primero para que quede más tierna, pero os garantizo que esta costilla queda muy muy tierna, y se despegan los huesos de una manera que da gusto, así que si os parece, vamos con la receta.
NECESITAMOS LOS SIGUIENTES INGREDIENTES:
Costilla de cerdo.
Una cucharilla (de las de café) de pimentón dulce.
Dos cucharadas de miel.
Tres cucharadas de salsa de soja.
Tres o cuatro dientes de ajo.
Un manojo de perejil.
Un vaso y medio grande de vino blanco (el tinto le da demasiado sabor)
Un chorrete de aceite de oliva.
Sal
Para las patatas:
Sal, hierbas provenzales (podéis usar otras) y aceite de oliva.
ASÍ DE FÁCIL ES SU PREPARACIÓN:
Lo primero que hacemos el día antes de prepararla es limpiar la costilla de posibles tiras de grasa que suele traer por la parte trasera, y la troceamos, yo lo hago a lo ancho, cada dos huesos.
Preparamos el adobo y para ello ponemos la miel, el pimentón, la soja, el perejil, los ajos, el vino blanco y un chorrete de aceite de oliva , en un vaso batidor y lo trituramos hasta que quede todo bien deshecho.
Echamos sal gorda a la costilla y la regamos con el mejunje que hemos preparado dándole vuelta para que quede toda bien impregnada, tapamos y dejamos en la nevera.
Al cabo de unas horas, le damos la vuelta a la carne, para que tome bien el adobo.
Encendemos el horno a 170º y dejamos 10 minutos para que caliente.
Ponemos la carne con el líquido en una bandeja (mejor si tiene tapa, en caso contrario la cubrimos con papel de aluminio), yo uso una de barro.
La dejamos un mínimo de dos horas y media.
Cuando haya pasado algo más de una hora le damos la vuelta, si vemos que queda sin líquido le añadimos un poco de agua, pero si la mantenemos bien tapada no será necesario.
Cuando pasen las dos horas y media (aproximadamente, depende de cada horno), la costilla estará cocida, pero no quedará crujiente, para eso ponemos el horno a 250º y la dejamos hasta que está bien dorada, dándole la vuelta para que quede tostada por ambos lados.
Mientras se nos hace la costilla preparamos las patatas:
Escogeremos patatas de tamaño medio, las lavamos bien (las vamos a hacer con piel) y las ponemos a cocer durante unos diez minutos (tienen que ablandar ligeramente)
Escurrimos del agua y le hacemos unos cortes (sin llegar a cortar totalmente), echamos sal y unas hierbas aromáticas (he puesto provenzales, pero eso va a gustos), regamos con un buen chorrete de aceite de oliva y llevamos al horno hasta que se acaben de cocinar ( me llevó 30 minutos).
No las ponemos en la misma fuente que la costilla sino absorberán todo el líquido y se nos quedará seca.
Ahora solo nos queda preparar la ensalada, servir el vino y a disfrutarrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr.
Queda muy tierna y con un saborazo increible.
Espero que os guste y ánimo que el finde está al caer.
¡¡hola¡¡ que tal estas, esas costillas estan de toma pan y moja.
ResponderEliminaraunque ahora no os visite mucho, tengo a mis padres algo maluchos, me acuerdo de todos vosotros y veo las recetas aunque no me da mucho tiempo a comentaros.
¡¡besos¡
Me encanta la costilla tanto asada como guisada ,frita y seguro que esta version tuya de la costilla al estilo americano tambien lo hara , con tu permiso tomo nota seguro esta de rexupete te ha quedado divinsima y esa patata ummmmmmmmmmm en fins me voy a comer que trabajo en el turno de tarde y sabes hoy tambien tengo costilla asada para comer jajaja.
ResponderEliminarPor cierto yo tampoco soporto las tangas saliendo por encima del pantalon me parecen de lo mas hortera jajaja.
Bicos mil y feliz finde potita miaaaaaaa.
Que receta mas rica!! Me encanta, me la apunto.
ResponderEliminarBesos crisylaura.
Hola!!!!!! Gracias por pasarte por mi blog y comentar, así he podido conocer el tuyo, que por cierto, me encanta, así que me quedo aquí a tu vera :) Unas costillas de escándalo. Besinos.
ResponderEliminarHola! acabo de encontrarme con tu blog y todo lo que he visto hasta el momento me está encantando, como estas costillas que tienen una pintaza, que vamos, ya me he apuntado la receta para hacerlas esta semana... Bueno me quedo por aqui mirando mas cositas ricas.
ResponderEliminarUn saludo!!