Hay madre del amor hermoso, entre unas cosas y otras voy posponiendo el publicar entradas y un día por otro y tengo el blog manga por hombro. Así que poco a poco trataré de ponerme al día e ir ordenando todo bien colocadito para que sea mas fácil de encontrar las cosas.
L@s que me conocéis sabéis que si algo me gusta realmente es llenarme de harina, y es que eso de toquetear las masa me vuelve loca, así que vengo con una receta muy sencilla que además no tiene nada que ver con las obleas compradas, ¿el relleno? lo que quieras, admite todo, tanto dulce como salado. Así que no me entretengo más y vamos con la receta.
INGREDIENTES:
Son muy sencillos:
Una medida (puedes tomar como referencia una tacita pequeña)
Una medida de agua
Una de vino blanco
Media medida de aceite (oliva suave, o girasol)
Un pizco de sal y harina la que admita
Un pizco de sal
ASÍ LA PREPARAMOS:
En un bol, echamos el agua, el vino, el aceite y la sal, removemos.
Vamos añadiendo harina hasta formar una masa que no se pegue a las manos.
Formamos una bola y dejamos reposar media hora.
Después del reposo, enharinamos la superficie de trabajo, volcamos la masa y vamos cortando porciones y formamos bolitas, las estiramos con el rodillo y ahora solo queda rellenar como más te guste.
Una vez rellenas las puedes congelar separadas para que no se peguen.
Se pueden freir directamente del congelador.
Espero que te gusten y te animes a prepararlas.